Líder de Paramore: "Era un completo desastre emocional"
Les dejamos esta nota que hace un sitio chileno llamado latercera donde entrevistan a hayley por la llegada a ese pais.
Le parece “una eternidad”, dice Hayley Williams, a través del correo
electrónico. Y en el frenético mundo de la música adolescente, lo es:
hace casi 10 años que la cantante apareció al frente de Paramore, una
banda de rock emo que en el camino saltó a la difusión global -y a los
pósters de los dormitorios-, acumulando sencillos como Misery business y
la balada The only exception. Suficiente para llenar el espacio vital
de varias bandas de su rubro.
Pero este mes, el grupo publicó un álbum homónimo y con él, la
afirmación de su continuidad y estirón. El disco Paramore se encumbró
como número uno en ventas en Estados Unidos durante su primera semana,
con 106 mil copias vendidas, y críticas, como la del sitio Allmusic.com,
que lo sitúan como “el álbum de su carrera”.
“Cuando lo escribíamos estaba pasando días duros, tratando de saber
de qué se trataba mi vida”, explica Williams. “Había transcurrido una
eternidad sin girar, perdí amigos, sentía la vida cambiando más rápido
de lo que la podía seguir, y era un completo desastre emocional”. Eso,
porque antes del lanzamiento, los hermanos Zach y Josh Farro, fundadores
de la banda, saltaron del barco, disparando por carta abierta que ya no
estaban cómodos a bordo de “un producto manufacturado”. La venganza de
Williams quedó encapsulada en 17 canciones bajo la producción de Justin
Meldal-Johnsen (Nine Inch Nails) y una nueva gira global, que incluye
escala en Chile el 18 de julio en Movistar Arena (entradas vía
Puntoticket).
Será la tercera vez de Paramore en el país. “Recuerdo que mis oídos
zumbaban de lo fuerte que gritaba el público”, dice la cantante de 24
años sobre sus incursiones previas, en 2007 y 2011, y para la siguiente
parada promete un “show enfermo, rápido, ruidoso, sudoroso, para ponerse
al día por el tiempo perdido”.
La visita marcará también la primera vez sin los hermanos Farro.
“Taylor (York, guitarrista) y yo hemos trabajado duro en aprender a
escribir juntos. Nos dio más libertad como banda para explorar nuevos
ángulos de nuestro arte. Todo el proceso nos hizo un mejor grupo, y
también mejores amigos”, explica sobre el cambio en sus filas, pero
también de un sonido que ahora integra coros gospel (Ain’t it fun),
densos pasajes de distorsión que se extienden hasta los ocho minutos
(Future) e interludios de ukelele.
Por todo eso, el título homónimo del disco: “Queríamos que la gente
supiera lo orgulloso que estábamos. Que hoy somos el grupo que siempre
deseamos ser”. Williams relata que por su pantalla acaba de pasar el
video de Missery bussiness, grabado cuando ella tenía 18 años. “Y
todavía es difícil de creer. Parece una vida atrás”, asegura.
Fuente: latercera.com
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