"La misma luminosidad"


Cobertura de Daniel Grosso para elacomple.com sobre el show de paramore en el Malvinas Argentinas (20 de julio de 2013)


Williams. Malvinas Argentinas 2013: Foto: Guillermo Coluccio





Aca te la dejamos para que la leas.

El sábado, en el Estadio Malvinas Argentinas, Paramore ofreció un entretenido show basado en su disco homónimo de 2013. La cantante Hayley Williams se apoderó del centro de la escena gracias a su energía y carisma.

La carrera de la banda estadounidense hizo un quiebre con el exitoso “Brand new eyes” (2009), que les dio fama mundial. Si bien desde sus inicios en 2004 llamaron la atención por su sonido, sus letras y por el desenfado de la vocalista Hayley Williams, con este álbum llegaron a la masividad. Después de esta revolución y la polémica salida de los hermanos Josh y Zac Farro, se tomaron cuatro años en componer un nuevo trabajo.

Ahora estaban por segunda vez en nuestro país con este cuarto disco, “Paramore”, en el que muestran una mayor madurez y una nueva exploración artística. A pesar de la salida de los Farro, apostaron al cambio y salieron favorecidos.
Después del agotado Luna Park de febrero de 2011 fueron por más, y los organizadores les dieron un lugar de mayor capacidad. Y parece que no se equivocaron: populares y plateas llenas y ambos campos con una gran asistencia así lo confirmaron.



En compañía de un griterío ensordecedor y del hermoso “Interlude: Moving on”, los Paramore empezaron el concierto apenas pasadas las 21, de la mano de la colorada Williams en voz y Taylor York en charango. Con banda completa siguieron con dos canciones del disco “Riot!” (2007), “Misery business” y “For a pessimist, I’m pretty optimistic”, que sufrieron la aclimatación habitual del sonido.

Los temores de la banda sobre la recepción de las nuevas canciones fueron rápidamente eliminados por la reacción efusiva de los fanáticos. Cada una de ellas fue recibida con mucho entusiasmo, como en los casos de “Now”, “Ain’t it fun” (la favorita de Williams) y “Fast in my car”.

Hayley es la protagonista absoluta de la escena, pues tiene una energía y un aura muy especial, ademas de mostrarse súper desenvuelta y movediza. Su momento de esplendor fue con el dueto “Whoas” y “Anklebiters”; en la primera hizo participar a los diferentes sectores del estadio con disimiles expresiones, y en la segunda hizo subir a una decena de jóvenes para que bailaran y hagan coros.

El personaje secundario es el bajista Jeremy Davis, a quién también se lo vió muy cálido con sus seguidores. Davis, que solo estuvo pocos meses  fuera de la banda en 2005, no paró de recibir muestras de afecto, especialmente desde el género femenino.

Paramore, a lo largo de las 19 canciones, no se olvidó de ninguno de sus discos para felicidad del fan de la primera hora; hubo del debut, “All we know is falling” (2005) con “Pressure”, de “Riot!” con “Let the flames begin”, y de “Brand new eyes” con la sentida “The only exception”.
Con un riff de  guitarra filoso reaparecieron con otra nueva, “Proof”, ante un público entregado por el carisma innato de la colorada. El cierre definitivo se dio con “Brick by boring brick”, uno de sus temas más conocidos, en compañía de una lluvia de papelitos. Tras 100 minutos alegres y decenas de muestras de cariños, los músicos prometieron volver en su próxima gira.

A pesar de los cambios que genera la popularidad, los Paramore se mostraron frescos y simples en escena. Mientras mantengan la humildad, la banda continuará en un ascenso infinito. Veremos qué les depara el futuro. Por lo pronto, se pudieron reponer de la salida de los Farro y mantener los mismos parámetros.

NOTA

Comentarios

Entradas populares de este blog

Paramore en Toronto, Canada